Historia de la lengua española

Anhelo las tardes, de esas que están llenas de melancolía y color.  Días grises y obscuros, cuando el cielo simula ser más tarde de lo que es. La frialdad propia de estas tardes... Me trae calidez y recuerdos. El olor a tierra mojada me evoca sentimientos encontrados, siento somnolencia y pretendo dormirme despierta,  viajo con mi mente a todos los lugares y sueños tan lejos de aquí. Me duermo mientras la tarde pasa frente a mis ojos,  mi conciencia me dice que es tarde, tarde, tarde, muy tarde para ir a cualquier lugar o para hacer cualquier cosa. Añoro las tardes... de esas surrealistas e irreales.  Todo es tan colorido y a la vez monocromático. Y la vida real está tan lejos de aquí.  Quiero vivir el sueño por siempre. ... Y no saber nada de mí.

Dile que aprecie la vida  Dile que no es para siempre ¡Explícale! Cuéntale que es tan efímera Y pregúntale qué siente ¡Escúchale! En un segundo se acaba El corazón palpitante ¡Despiértale! Pues su mirada se apaga Y se pierde su semblante.

En un segundo te cambia la vida Hay un papel q ue a dvierte dañarte Y promete no volver a dejarte Pues en un mome nto e stás perdida. Quejas banales, no tienen sentido Te mencionan que "podría ser peor",  Te reconfortan para sentirte mejor Aunque prefería haber huido. Y es que soy joven y es toy viva, No estoy dentro d e u n agujero Aún tengo sueños y muchos anhelos. Ahora más que nunca disfrutaré mi vida Sólo un reto propuesto por el cielo Aquí terminan todos mis flagelos.

Te conocí hace seis años En un viaje turbulento No planeaba yo quererte Te di vida, te di tiempo Miré tu mente abismal Conocí lo más profundo Acepté lo repugnante Me quedé, fue mi deseo No es válido arrepentirse Por amar a todo un ciego Y si bien te pienso en balde Apegada a tu recuerdo Realmente no haces falta No te busco, no te hablo ¿A quién le importa? pienso irme De mi vida yo te extirpo se termina digo adiós ¡No le digan! aún lo quiero